Entre el 24 y 28 de Septiembre se llevó a cabo en Manizales el IV Congreso Nacional de Filosofía. El Observatorio del centro cultural La Redada fue agendado para presentar una ponencia que no envió, con base en un abstract titulado "La belleza: entre lo concreto y lo abstracto", que no cumplía con los requisitos técnicos de ese tipo de escritos. Decidimos entonces, junto con "El Honorable cartel" y "elQuarto", realizar una intervención performatica en la mesa que nos había sido asignada, la mesa de Estética.
No se trataba de hacer una denuncia. Nuestra intención no
era revelar un secreto murmurado a todas voces: que el pago por la
participación en el congreso era un criterio inamobible. Se trataba en
primer lugar, de hacer un análisis de la topología de ese evento y del
orden estético-político que allí se configura: poner de presente sus
operaciones y sus consecuencias. En segundo lugar, y dada la oportunidad
de estar allí, para nosotros se trataba de inmiscuirnos y suspender ese
ordenamiento, a partir de unas operaciones propias: cercanas a las de
ese evento, pero diferentes en ultima instancia. Se trataba de realizar
una practica estética que estuviera en capacidad de suspender el
ordenamiento estético-politico que estaba en juego allí.
Entonces, como nos lo hizo saber alguien, si que éramos unos "payasos en ese circo". No obstante, unos payasos diferentes. Diferentes por cuanto no nos interesaba hacer como sino estuviéramos en un circo, ocultar la pose del artista circense, por el contrario, nos interesaba exponer el circo en toda su solemnidad, con sus bombos y platillos. Si todos los allí presentes estábamos en un teatro, a diferencia de los que pretendieron actuar su escena con naturalidad, nosotros quisimos hacerla explícita.
¿Para que eso? No para debatir acerca de como "debe" ser la filosofía o un congreso de filosofía. No nos interesa la labor de "gobierno": establecer directrices temporales, reglamentar los espacios, conducir las conductas. Justamente para exponer lo contrario. Que por ingentes que sean los esfuerzos para imponer un "deber ser", ciertas aproximaciones del arte y la filosofía permanecen ingobernables.
Entonces, como nos lo hizo saber alguien, si que éramos unos "payasos en ese circo". No obstante, unos payasos diferentes. Diferentes por cuanto no nos interesaba hacer como sino estuviéramos en un circo, ocultar la pose del artista circense, por el contrario, nos interesaba exponer el circo en toda su solemnidad, con sus bombos y platillos. Si todos los allí presentes estábamos en un teatro, a diferencia de los que pretendieron actuar su escena con naturalidad, nosotros quisimos hacerla explícita.
¿Para que eso? No para debatir acerca de como "debe" ser la filosofía o un congreso de filosofía. No nos interesa la labor de "gobierno": establecer directrices temporales, reglamentar los espacios, conducir las conductas. Justamente para exponer lo contrario. Que por ingentes que sean los esfuerzos para imponer un "deber ser", ciertas aproximaciones del arte y la filosofía permanecen ingobernables.
El texto que se leyó fue escrito a 6 manos siguiendo algunas discusiones previas sobre las temáticas a tratar y el propio curso de los acontecimientos. Luego se mezcló a manera de collage y se incluyeron "recortes" de radio, frases modificadas de discursos políticos y citas modificadas de textos.
En el siguiente link se puede consultar el texto: "La belleza: entre lo concreto y lo abstracto"
Proximamente podrá verse el video de la intervención.
Att:
Observatorio de Temáticas.
El Honorable Cartel
Colectivo elQuarto
Att:
Observatorio de Temáticas.
El Honorable Cartel
Colectivo elQuarto
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